Magaly Medina se quiebra EN VIVO tras recordar su paso por prisión hace 16 años

Magaly Medina, la controversial conductora de televisión peruana, conmemoró el aniversario de uno de los momentos más difíciles de su vida: su paso por la prisión. A 16 años de aquel suceso que marcó un antes y un después en su carrera y en su vida personal, Medina utilizó su espacio en ‘Magaly TV La Firme’ para recordar los difíciles días que vivió tras las rejas. A través de un emotivo reportaje, la periodista relató su experiencia y reafirmó su postura de que el proceso judicial fue injusto.

Un recuerdo que persiste: “Todo el proceso fue injusto”

Magaly Medina nunca ha dejado de cuestionar la manera en que se llevó a cabo su proceso judicial. Durante el reportaje emitido en su programa, la conductora hizo hincapié en que su encarcelamiento fue, a su juicio, un castigo desmedido e injusto. “Aquella vez creo que nadie esperaba esta avalancha de cariño y simpatía”, expresó, refiriéndose al apoyo que recibió mientras permanecía en el penal de Santa Mónica.

La periodista rememoró cómo cada día, mientras permanecía recluida, escuchaba las muestras de apoyo de personas que se acercaban al penal para brindarle palabras de aliento. Para Magaly, la experiencia de estar en prisión fue transformadora, no solo por el encierro, sino también por el calor humano que la rodeó en esos momentos difíciles.

El cariño del público: regalos y palabras de aliento

Uno de los aspectos que más resaltó Magaly Medina durante su relato fue la inmensa cantidad de regalos y mensajes que recibía mientras estaba en prisión. A pesar de estar alejada de los sets de televisión, su conexión con el público nunca se apagó. “Los regalos que recibí en prisión fueron inmensos, increíbles. Muy modestos algunos, pero siempre los llevé en mi corazón”, confesó con emoción.

La conductora recordó cómo cada día aparecían nuevos detalles y muestras de afecto que le llegaban desde diferentes partes del país. Desde cartas de ánimo hasta pequeños obsequios, Magaly siempre sintió el respaldo de quienes seguían su carrera desde los inicios, lo que le brindó la fuerza para sobrellevar el difícil momento que atravesaba.

Una lucha silenciosa: “Yo en la cana nunca lloré”

Aunque el cariño de la gente fue un pilar fundamental durante su tiempo en prisión, Magaly Medina aseguró que nunca permitió que la tristeza la dominara mientras estuvo recluida. “Yo en la cana nunca lloré”, aseguró, destacando su fortaleza para enfrentar el encierro. “Es así, desgraciadamente lloro por otras cosas, pero no por hechos que me pueden mover tanto. Por eso, lo hice mucho tiempo después, porque tenía que hacerlo”, añadió.

Magaly explicó que mantuvo una postura firme y resiliente durante todo el proceso, buscando mostrarse fuerte frente a la adversidad. Sin embargo, también confesó que las emociones contenidas durante ese tiempo finalmente salieron a la superficie tiempo después, cuando pudo procesar la experiencia vivida.

El día a día en Santa Mónica: “Nunca aprendí repostería, nunca tejí”

Durante su tiempo en el penal de Santa Mónica, Magaly Medina tuvo que adaptarse a una rutina muy distinta a la que llevaba en el mundo de la televisión. Aunque algunos imaginarían que dedicó su tiempo a actividades como la repostería o el tejido, la realidad fue muy diferente. “Nunca aprendí repostería, nunca tejí. Le pagaba a una persona para que lo hiciera”, confesó la conductora, haciendo alusión a cómo algunas internas se ofrecían para ayudarla con estas tareas.

El contacto con su familia: “Solo 10 minutos al día para hablar con ellos”

Magaly también recordó los momentos más difíciles de su estancia en prisión: el contacto limitado con su familia. “Tenía 10 minutos al día para hablar con mi familia”, expresó, recordando lo valiosos que eran esos breves momentos de comunicación con sus seres queridos. A pesar de la distancia y las limitaciones, Magaly logró mantenerse en contacto con su círculo cercano, lo cual le dio la fortaleza para enfrentar los días de encierro.

La periodista también habló sobre su estado físico durante su estancia en el penal. “Yo estaba tan flaca, tan delgada que no sé por qué hacía deporte”, mencionó, recordando cómo trataba de mantenerse activa físicamente a pesar de las circunstancias. Este detalle refleja el esfuerzo de Magaly por sobrellevar la rutina diaria en un entorno completamente distinto al que estaba acostumbrada.